martes, 1 de marzo de 2011

Alcemos Nuestras Copas por la Paz

Ayer, los asesinos de ETA, como tantas otras veces, nos volvieron a arrebatar uno de los derechos más fundamentales... el derecho a la paz. Lo hacían explosionando un artefacto, generando de nuevo el pánico entre esa pobre gente que esperaba pacíficamente un vuelo para reunirse con sus familias en fechas tan señaladas.
Es un nuevo atentado de los criminales, un atentado que esta vez, lleva doble dosis de veneno, porque además de provocar varias decenas de heridos, la desaparición de dos posibles víctimas, y todo un desastre material, además de eso digo, han roto un pacto, un proceso de paz, y con ello, han dado al traste con la esperanza de muchos ciudadanos que veían en ese proceso el final de la violencia a la que nos tiene subyugados un atajo de indeseables y mal nacidos. Nunca confié en ese pacto, he de decirlo ... ojalá que el gobierno hubiera tenido razón, ojalá que como decía tan sólo hace un par de días el Sr. Presidente de la nación, mañana hubiéramos estado mejor que ayer, pero han hecho falta sólo horas para demostrarle lo equivocado que estaba a pesar de la rotundidad de sus palabras.
No entiendo mucho de política, esa nunca ha sido mi guerra, pero como ciudadana, entiendo que es hora de hacer algo más que un peritaje de los daños materiales y las pérdidas económicas. Es hora de hacer un balance moral, y de que el Sr. Zapatero que es quien nos representa, asuma de una vez por todas que la mejor manera de frenar la batalla a la violencia no es ceder terreno, sino ganarlo; no es perder fuerza, sino imponerla, sin condiciones, porque con los asesinos no se puede negociar y ésta es la prueba. Espero que para muestra baste con un botón y no necesite que le pongan más muertos sobre la pulida superficie de su maldito escaño.

Hace apenas unas horas moría en la horca Sadam, un dictador y un asesino. Respeto todas las opiniones, pero estoy a favor de la pena de muerte para toda aquella gentuza que no respeta el derecho a la vida y lo viola sin ningún tipo de miramientos ni escrúpulos. Es verdad que no es el único que merece ese castigo, pero al menos a él ya se lo han aplicado, ya hay un asesino menos. Quizás, si se hubiera hecho esto con los criminales de ETA desde que empezaron a matar indiscriminadamente, hoy no tendríamos que seguir enterrando víctimas inocentes ni hablando de negociaciones de cuentos de hadas.

Vaya desde aquí mi apoyo a todos los madrileños, que nuevamente han demostrado la calidad de personas que son y la entereza y el aplomo que tienen. Vuestro dolor hoy, es el dolor de casi todos los españoles, precisamente porque hoy se han roto muchas esperanzas, incluso las de aquellos que más fe tenían. Vuestro miedo es el nuestro, el de todos, porque lo único que sabemos es que ignoramos desde dónde lloraremos mañana, qué banderas se alzarán a media asta y qué pueblo se vestirá de luto ... sea donde sea desde donde atenten, atentarán contra España.

Ya es 31 de Diciembre, y esta noche cuando den las doce campanadas todos alzaremos nuestras copas para brindar por el año que comienza, con el sabor amargo que nos deja el último día del que termina, porque estos mal nacidos saben elegir bien las fechas... Alcemos nuestras copas por la paz, sencillamente porque es un derecho.

¡¡¡MIS MEJORES DESEOS PARA TODOS!!!, y mi solidaridad para aquellos a los que hoy, de una u otra forma les ha tocado vivir la violencia más de cerca, y aquí no incluyo sólo a los madrileños, sino a la mayoría del pueblo vasco que día a día, comparten resignadamente territorio con los asesinos y son víctimas cercanas de su absurda barbarie.

31 Diciembre 2006

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